Navidad en el País Vasco con niños en el Parque de Mirandaola

Olentzero: un héroe navideño digno de una superproducción

Antes de hablar de Mirandaola, tenemos que presentarte al protagonista. Olentzero, el entrañable carbonero del folklore vasco, tiene una historia que podría ser el guion perfecto para una película de aventuras con tintes de cuento de hadas. Según la leyenda, Olentzero fue abandonado en el bosque siendo un bebé, pero fue rescatado por Amalur, la madre tierra, quien lo entregó a una pareja de campesinos que lo criaron con amor.

De adulto, trabajó como carbonero, pero su verdadera pasión era visitar los pueblos, llevando regalos y alegría, especialmente a los niños y niñas de los orfanatos. Tras un acto heroico en el que salvó a varios pequeños de un incendio, Amalur lo hizo inmortal para que pudiera seguir repartiendo felicidad cada Navidad. Desde entonces, junto a Mari Domingi y su inseparable burrito Napoleón, Olentzero se encarga de llenar de magia los hogares vascos durante estas fiestas.

Si esto no te parece material para un clásico navideño tipo "Milagro en la calle 34", es que no tienes corazón de cineasta.

Un plan redondo: conocer a Olentzero en el Parque de Mirandaola

¿Y qué mejor manera de celebrar la Navidad en el País Vasco que visitando al mismísimo Olentzero? La experiencia en el Parque de Mirandaola, situado en Legazpi, es una actividad perfecta para familias que quieran vivir una jornada inolvidable.

La aventura comienza en el Museo del Hierro Vasco, donde aprenderás sobre el oficio de Olentzero como carbonero. Conocerás también a Mari Domingi y escucharás las historias que los niños disfrutarán gracias a un cuentacuentos especial. Pero la verdadera emoción llega cuando, tras salir al parque, ves a Olentzero descender del monte con su característico saco. ¡Es como si Frodo apareciera cargado con regalos en lugar del Anillo Único!

Una vez reunidos, todos se dirigen a la ferrería de Mirandaola, donde los niños pueden interactuar con Olentzero. Y no olvidemos al ferrón, quien también tiene un papel destacado en esta representación cargada de tradición. La experiencia se completa con una demostración de forja en la histórica ferrería, que data del siglo XV y es la única que se conserva de las siete que existían en Legazpi. ¿Impresionante, no?

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Una visita cargada de historia y leyendas

La ferrería de Mirandaola no solo es un escenario perfecto para conocer a Olentzero, sino que también guarda sus propias historias. Durante la visita, podrás aprender sobre el milagro de la Santa Cruz de Mirandaola, un evento ocurrido en 1580 cuando los ferrones, por no respetar el descanso dominical, obtuvieron como resultado una pequeña cruz de hierro en lugar de la producción habitual. Este hecho fue reconocido como milagro por el arzobispo de Pamplona en 1633, y aún hoy se celebra con una romería en mayo.

Las demostraciones de forja y el recorrido guiado por la ferrería te transportarán al pasado. Si eres fan de películas como "El hombre de acero", te encantará ver a los ferrones en acción (aunque aquí no se forjan superhéroes, sino lazos con la tradición).