Fuera de ruta: Hondarribia es cosa de brujas

8 agosto 2021 | Fuera de ruta

Propuestas mágicas para pasar un día maravilloso en Hondarribia

Conoce esta villa medieval marinera a tan solo media hora de Donostia y disfruta de ella con todos los sentidos.

Hondarribia ejerce sobre sus visitantes un hechizo innegable… A lo mejor tiene que ver con que allí las brujas camparon sus anchas, hasta que las denunciaron y las desterraron tras un proceso inquisitorial en 1611. No fueron las únicas brujas de Euskadi —como bien recordó Alex de la Iglesia en su película Las brujas de Zugarramurdi, de 2013—, pero nos gusta pensar que siguen, de alguna manera, entre nosotros. Convertidas en la actualidad en un ejemplo de libertad y de disfrute, de conexión con la naturaleza y de sabiduría ancestral, ¿qué harían las brujas de Hondarribia si pudieran disfrutar de esta villa marinera hoy en día?

El casco histórico. Podéis descubrir las calles por las que pasaban cada día en pleno siglo XXI, gracias al recorrido Hondarribia Cultural. En él, y durante una hora y media, se descubre el casco histórico amurallado, con sus estrechas calles adoquinadas y el barrio de pescadores, Portu Auzoa. Una visita guiada vale 8 euros y tienes toda la información aquí.

Playas de ensueño. Si lo que prefieres es ver los mismos paisajes inmutables que ellas, podéis visitar sus calas o playa urbana. La playa urbana de Hondarribia, de 800 metros de longitud; la Playa de los Frailes, espectacular y situada en la ladera del monte Jaizkibel, rodeada de acantilados; la playa Kapelaundi, algo más agreste, con viento y rocas, donde se suele hacer nudismo, y que es una auténtico paraíso para los amantes del buceo; también podéis visitar Errota Sein, al oeste del Cabo de Higer, con sus cantos rodados y rocas, tranquilísima aunque con un acceso a pie un poquito más complicado. Artzuportu, Sisurko, Eretzin Zabala… ¡No falta dónde elegir!

Parajes de leyenda. Las brujas extraen sus poderes de la Naturaleza, así que no es descabellado pensar que, en su día, acudían a ella a recoger hierbas y cargar energías. Una manera de ver lo que ellas veían es hacer una ruta a caballo de unas dos horas, para apreciar el paisaje con calma y llevaros una fotografía mental de la hermosura que nos rodea: un planazo mágico.

Manjares de la tierra. POR SUPUESTO, no podéis dejar de disfrutar de la comida. La cocina de Hondarribia en todo su esplendor se encuentra en sus restaurantes, que priman el producto de proximidad de calidad indiscutible: el Arroka Berri, con su pescado de la Bahía del Txingudi o sus hongos de los bosques guipuzcoanos; el Asador Sutan - Bodega Hiruzta, una preciosidad de lugar entre viñedos, que practica la cocina de proximidad y temporada, y donde están especialmente comprometidos con la defensa de uva autóctona, la Hondarrabi Zuri. La Hermandad de pescadores, abierta en 1938 en el centro de la ciudad, es toda una referencia de la gastronomía vasca y marítima. El Alameda, con una estrella Michelin; el Abarka Jatetxea, «una experiencia para los cinco sentidos»; el Gran Sol, un bar emblemático en Hondarribia, con su terraza siempre repleta y sus platos genuinos…

Un mar de posibilidades. Si lo que os hechiza es el agua, podéis cruzar a Hendaia en barquito, en un viaje que en tan solo siete minutos os trasladará a Francia. O tal vez, escoger una de las actividades acuáticas que se pueden hacer en la bahía de Txingudi, desde buceo hasta esquí acuático, excursiones de pesca, descensos en kayak en el Bidasoa y muchas más.

Hay tanto que ver y probar en Hondarribia, pero habrá que pedirles a las brujas que nos sigan contando todos sus secretos más adelante…

Si te apetece montarte tu propio akelarre de emociones visitando estos lugares, en el Hotel Zinema7 estaremos encantados de darte todas las indicaciones necesarias, ayudarte a planear tu ruta, e intentar reservar las actividades y restaurantes por ti. ¡Queremos que te lleves un poco de la magia de esta tierra!

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